Levine

Thursday, March 31, 2005

Carácter

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

Cuando ya los apologistas de la selección nacional y público en general arrojaban las palomas al vuelo luego de la victoria el domingo contra Estados Unidos, Panamá, un país tan pequeño que tiene casi los mismos kilómetros cuadrados que Tabasco nos devolvió a nuestra triste realidad: a los mexicanos nos sigue faltando carácter. Carácter para mantener un resultado, para consolidar una estrategia, para establecer un orden. A los panameños quizá les sobra un poco de inocencia, quizá no hay coherencia en sus filas, al igual que su país están fracturados a la mitad por un gran canal que se llama media cancha, pero al menos, contra México mostraron un apetito salvaje de triunfo, el empate a 1 les supo a tal.

Eso sí, México ha hecho lo suficiente para estar en el primer lugar del hexagonal. Costa Rica, Estados Unidos y Panamá son selecciones futbolísticamente más débiles. No hay que olvidar que geográficamente estamos ubicados en una de las zonas más pobres del fútbol mundial, por si fuera poco, la FIFA ha sido generosa con la CONCACAF: admite en el mundial a tres selecciones de manera directa y una posible cuarta que deberá buscar su pase contra un equipo de Oceanía.

México calificará sin problemas al Mundial, el problema es como lo hace, tenemos ya la invitación a la fiesta en la mano, el asunto es saber como vamos a ir vestidos. Si contra Panamá se vio como se vio, que nos podrían hacer en la justa mundial selecciones como Brasil, Italia, Inglaterra o la misma Alemania a la que nunca le hemos ganado.

No es que uno quiera criticar a Ricardo Lavolpe, para eso ya esta Hugo Sánchez, pero hay veces, y con el exclusivo ánimo de mejorar, en que hay que hacer notar algunos errores. En el arte de la guerra Sun Tzu dice que cuando ya heriste al enemigo hay que continuar en la batalla hasta aniquilarlo, lo que hizo la selección en el Romel Fernández fue todo lo contrario: metió el gol y se echó para atrás a defenderlo como si estuviéramos jugando ante una potencia. No, hay que ir al frente, buscar tener el balón y atacar con el mayor número de variantes posibles. Hasta Don Perogrullo sabe que si la pelota esta del lado rival es menos probable que nos anoten. Quiero pensar que Lavolpe también.

El técnico mexicano, o mejor dicho de la selección, de entrada mando un planteamiento defensivo, no es posible que si tres días antes jugaste con un esquema de tres en punta, por que ahora utilizas solo a dos y amontonas a la gente en medio. Ahora, si ya bienes trabajando con un once que te dio un resultado y los cambios que hiciste te funcionaron, por que entonces experimentar con un cuadro casi totalmente distinto, en que cabeza cabe.

Sí, el próximo partido puede que le ganemos a la selección en turno y todos felices. Pero hay que reparar que solo estamos viendo la punta del iceberg y como se sabe ello es muy peligroso. En Alemania a Lavolpe le puede pasar lo que le ocurrió al capitán del Titanic, el fútbol al igual que la historia vive siempre de la memoria, a Lavolpe ni a los muchachos de la selección jamás se les perdonaría un hundimiento semejante. No hay peor humillación que abandonar el Mundial a las primeras de cambio y esto le puede ocurrirle a nuestra selección. Obviamente espero estar muy pero muy equivocado.

Monday, March 21, 2005

Submarino amarillo

Tiro Libre

Gregorio Jácome Moreno

En la ligas tan hegemónicas como la de España, uno esta más atento a lo que ocurre con Real Madrid y Barcelona que se descuida lo que acontece con los demás equipos. Siempre es grato ver como los clubs de los llamados “chicos”, que hasta hace dos o tres temporadas disputaban el no descenso ahora están instalados, orondos, en los primeros sitios de la competencia. Es España la revelación de esta temporada se llama Villareal. No solo se encuentra en la cuarta posición de la liga por encima del Valencia y la Real Sociedad sino que además es el único equipo español que continúa avante en copa UEFA.

El equipo catellanense de Villareal, conocido como el “submarino amarillo” en alusión a la melodiosa composición de Ringo Star, venció 2- 0 al Steua de Bucarest, un resultado suficiente para avanzar a cuartos de final de la copa UEFA en donde se medirán con el AZ Alkmaar holandés.

El capitán del submarino es argentino y se apellida Riquelme, mejor recordado por su época de oro en Boca Juniors y un paso fugaz y nublado en Barcelona. En el Villareal Riquelme ordena y a la vez ejecuta, cambia el ritmo de juego a placer, combina la rapidez con la lentitud, sabe que la velocidad de los toques rápidos saca de lugar a cualquier defensa, pero al mismo tiempo esta consciente de que la pausa es la forma más sorpresiva del ataque. Pero en el Villareal no solamente es Riquelme, ahí están el uruguayo Forlán, el ex cruzazulino Luciano Figueroa, y en la defensa el siempre aguerrido Sorín, ellos junto con la base de españoles han armado un conjunto que no solo se limita a sacar el resultado sino que además despliegan un fútbol vistoso, y agradable que ha hecho de “el Madrigal” una guarida infranqueable para el adversario.

José Marí hizo un gol tempranero al minuto 5 en tiro de esquina cobrado por Riquelme. A pesar de eso el Steua siguió muy conservador, eso sí, mantuvieron el control en media cancha pero sin generar jugadas importantes que inquietaran al portero Reina. Simplemente su líder Munteanu no apareció. Lo que si es cierto es que el Steua nunca dejó de recibir el apoyo de los casi 5,000 seguidores que se instalaron en las gradas del “el Madrigal”, la mayoría avecindados en la provincia de Castellón, algunos quizá, descendientes de aquellos legendarios gitanos que llegaron hasta estos lares provenientes de los cárpatos.

El 2-0 lo hizo Riquelme de penalti, el trámite se había consumado. No hay que perder de vista al conjunto que dirige Pellegrini, el “submarino amarillo” está en pleno viaje psicodélico de buen fútbol, siento que es un equipo que esta para grandes cosas, ello, mientras no se distraiga con los mareos que producen las alturas.

Monday, March 14, 2005

Tiro Libre

Del Clásico

Gregorio Jácome Moreno

Desde la época de Tena y Quirarte como centrales de América y Chivas, no habíamos visto un clásico, si no bien jugado, por lo menos emocionante. De un tiempo para acá ambos equipos nos habían regalado partidos de una espantosa mediocridad con lo futbolístico sucumbiendo a la tentación televisiva de toda la semana, pero en la cancha solo veíamos a los clubes exhibiendo más sus debilidades que sus potencialidades, y sobre todo, con la total ausencia de eso que hace llamarse clásico a un clásico: rivalidad.

Al principio los directores técnicos parecían especular, los goles de América abrieron el juego y las Chivas se lanzaron con todo al frente. Cuando el balón se entretiene lo menos posible en el medio campo se puede casi asegurar que estamos ante un ritmo de juego dinámico y vertical, sí, el 3-3 final fue consecuencia de ello.

La verdad es que chivas demostró más recursos futbolísticos, tienen mucha llegada por ambos costados, Palencia y el “Bofo” Bautista sirven de enlace en el centro y en punta dejan a Bravo, que aunque no todas las mete, mantiene un despliegue físico importante. En cambio la estrategia lapuentista de América ya esta muy trillada. Aguantar atrás y esperar el contragolpe, anotar un gol por casualidad y echarse todos a defender, encontrarse con un tiro de media distancia de Pavel o una genialidad de Cuauhtémoc. Ese planteamiento de partido ya todo mundo se lo sabe, y sin embargo, en términos de funcionalidad le sigue dando resultados, más ahora que las águilas sacaron del closet un arma nueva: la velocidad a campo abierto del “piojo” López.

Por otro lado, a veces no se entiende porque la dupla Carrillo – Lapuente que conocen muy bien al mejor de los suyos lo condenan a la poca transcendencia por la banda derecha. En efecto, en el Veracruz Cuauhtémoc Blanco se desplazaba libremente por toda la cancha y ahora con este América permanece casi encadenado al lado derecho, que aunque si bien es cierto que cuando tiene el balón en los pies el peligro es latente, podría dar mejores resultados si apareciera clavado como diez proyectando al frente a Kleber y al “piojo”. En el segundo tiempo a Blanco solo le recuerdo un centro que le puso a Villa, pero este, con la cabeza llena de piedras literalmente hablando, la mando por arriba estando a medio metro de la portería. Minutos después de ese error, chivas encontró al mejor Paco Palencia que se conoce, ese cuya mayor virtud no es la definir a gol sino la forma en se desmarca para hacerlo.

Lo único que no estuvo a tono con el juego fue la transmisión. Exceso mediático comercial a más no poder y en cuanto a la narración, a excepción de los apuntes de Nacho Trelles lo demás fue un desastre, limitado verbalmente como es, al “perro” Bermúdez no le queda otro recurso que gritar estupideces y poner apodos idiotas.

Con toda la imparcialidad posible me parece que Guadalajara mereció ganar, no les marcaron un penalti a favor del tamaño del Azteca, tuvieron muchas más opciones de gol que si no fuera por las intervenciones atinadas del joven portero Ochoa el balón hubiera terminado al fondo de la red, pero en el fútbol el hubiera tampoco existe. También creo que las aficiones de los dos equipos están satisfechas con el desempeño de los jugadores sobre el césped, ambos conjuntos demostraron entrega y sed de triunfo, virtudes que dejan un grato sabor de boca a cualquiera que sea aficionado a ese singular deporte llamado fútbol. Con el empate todos salieron ganando, pero claro, las directivas mucho más.

Tiro Libre

Del Clásico

Gregorio Jácome Moreno

Desde la época de Tena y Quirarte como centrales de América y Chivas, no habíamos visto un clásico, si no bien jugado, por lo menos emocionante. De un tiempo para acá ambos equipos nos habían regalado partidos de una espantosa mediocridad con lo futbolístico sucumbiendo a la tentación televisiva de toda la semana, pero en la cancha solo veíamos a los clubes exhibiendo más sus debilidades que sus potencialidades, y sobre todo, con la total ausencia de eso que hace llamarse clásico a un clásico: rivalidad.

Al principio los directores técnicos parecían especular, los goles de América abrieron el juego y las Chivas se lanzaron con todo al frente. Cuando el balón se entretiene lo menos posible en el medio campo se puede casi asegurar que estamos ante un ritmo de juego dinámico y vertical, sí, el 3-3 final fue consecuencia de ello.

La verdad es que chivas demostró más recursos futbolísticos, tienen mucha llegada por ambos costados, Palencia y el “Bofo” Bautista sirven de enlace en el centro y en punta dejan a Bravo, que aunque no todas las mete, mantiene un despliegue físico importante. En cambio la estrategia lapuentista de América ya esta muy trillada. Aguantar atrás y esperar el contragolpe, anotar un gol por casualidad y echarse todos a defender, encontrarse con un tiro de media distancia de Pavel o una genialidad de Cuauhtémoc. Ese planteamiento de partido ya todo mundo se lo sabe, y sin embargo, en términos de funcionalidad le sigue dando resultados, más ahora que las águilas sacaron del closet un arma nueva: la velocidad a campo abierto del “piojo” López.

Por otro lado, a veces no se entiende porque la dupla Carrillo – Lapuente que conocen muy bien al mejor de los suyos lo condenan a la poca transcendencia por la banda derecha. En efecto, en el Veracruz Cuauhtémoc Blanco se desplazaba libremente por toda la cancha y ahora con este América permanece casi encadenado al lado derecho, que aunque si bien es cierto que cuando tiene el balón en los pies el peligro es latente, podría dar mejores resultados si apareciera clavado como diez proyectando al frente a Kleber y al “piojo”. En el segundo tiempo a Blanco solo le recuerdo un centro que le puso a Villa, pero este, con la cabeza llena de piedras literalmente hablando, la mando por arriba estando a medio metro de la portería. Minutos después de ese error, chivas encontró al mejor Paco Palencia que se conoce, ese cuya mayor virtud no es la definir a gol sino la forma en se desmarca para hacerlo.

Lo único que no estuvo a tono con el juego fue la transmisión. Exceso mediático comercial a más no poder y en cuanto a la narración, a excepción de los apuntes de Nacho Trelles lo demás fue un desastre, limitado verbalmente como es, al “perro” Bermúdez no le queda otro recurso que gritar estupideces y poner apodos idiotas.

Con toda la imparcialidad posible me parece que Guadalajara mereció ganar, no les marcaron un penalti a favor del tamaño del Azteca, tuvieron muchas más opciones de gol que si no fuera por las intervenciones atinadas del joven portero Ochoa el balón hubiera terminado al fondo de la red, pero en el fútbol el hubiera tampoco existe. También creo que las aficiones de los dos equipos están satisfechas con el desempeño de los jugadores sobre el césped, ambos conjuntos demostraron entrega y sed de triunfo, virtudes que dejan un grato sabor de boca a cualquiera que sea aficionado a ese singular deporte llamado fútbol. Con el empate todos salieron ganando, pero claro, las directivas mucho más.

Tiro Libre

Del Clásico

Gregorio Jácome Moreno

Desde la época de Tena y Quirarte como centrales de América y Chivas, no habíamos visto un clásico, si no bien jugado, por lo menos emocionante. De un tiempo para acá ambos equipos nos habían regalado partidos de una espantosa mediocridad con lo futbolístico sucumbiendo a la tentación televisiva de toda la semana, pero en la cancha solo veíamos a los clubes exhibiendo más sus debilidades que sus potencialidades, y sobre todo, con la total ausencia de eso que hace llamarse clásico a un clásico: rivalidad.

Al principio los directores técnicos parecían especular, los goles de América abrieron el juego y las Chivas se lanzaron con todo al frente. Cuando el balón se entretiene lo menos posible en el medio campo se puede casi asegurar que estamos ante un ritmo de juego dinámico y vertical, sí, el 3-3 final fue consecuencia de ello.

La verdad es que chivas demostró más recursos futbolísticos, tienen mucha llegada por ambos costados, Palencia y el “Bofo” Bautista sirven de enlace en el centro y en punta dejan a Bravo, que aunque no todas las mete, mantiene un despliegue físico importante. En cambio la estrategia lapuentista de América ya esta muy trillada. Aguantar atrás y esperar el contragolpe, anotar un gol por casualidad y echarse todos a defender, encontrarse con un tiro de media distancia de Pavel o una genialidad de Cuauhtémoc. Ese planteamiento de partido ya todo mundo se lo sabe, y sin embargo, en términos de funcionalidad le sigue dando resultados, más ahora que las águilas sacaron del closet un arma nueva: la velocidad a campo abierto del “piojo” López.

Por otro lado, a veces no se entiende porque la dupla Carrillo – Lapuente que conocen muy bien al mejor de los suyos lo condenan a la poca transcendencia por la banda derecha. En efecto, en el Veracruz Cuauhtémoc Blanco se desplazaba libremente por toda la cancha y ahora con este América permanece casi encadenado al lado derecho, que aunque si bien es cierto que cuando tiene el balón en los pies el peligro es latente, podría dar mejores resultados si apareciera clavado como diez proyectando al frente a Kleber y al “piojo”. En el segundo tiempo a Blanco solo le recuerdo un centro que le puso a Villa, pero este, con la cabeza llena de piedras literalmente hablando, la mando por arriba estando a medio metro de la portería. Minutos después de ese error, chivas encontró al mejor Paco Palencia que se conoce, ese cuya mayor virtud no es la definir a gol sino la forma en se desmarca para hacerlo.

Lo único que no estuvo a tono con el juego fue la transmisión. Exceso mediático comercial a más no poder y en cuanto a la narración, a excepción de los apuntes de Nacho Trelles lo demás fue un desastre, limitado verbalmente como es, al “perro” Bermúdez no le queda otro recurso que gritar estupideces y poner apodos idiotas.

Con toda la imparcialidad posible me parece que Guadalajara mereció ganar, no les marcaron un penalti a favor del tamaño del Azteca, tuvieron muchas más opciones de gol que si no fuera por las intervenciones atinadas del joven portero Ochoa el balón hubiera terminado al fondo de la red, pero en el fútbol el hubiera tampoco existe. También creo que las aficiones de los dos equipos están satisfechas con el desempeño de los jugadores sobre el césped, ambos conjuntos demostraron entrega y sed de triunfo, virtudes que dejan un grato sabor de boca a cualquiera que sea aficionado a ese singular deporte llamado fútbol. Con el empate todos salieron ganando, pero claro, las directivas mucho más.

Tiro Libre

Del Clásico

Gregorio Jácome Moreno

Desde la época de Tena y Quirarte como centrales de América y Chivas, no habíamos visto un clásico, si no bien jugado, por lo menos emocionante. De un tiempo para acá ambos equipos nos habían regalado partidos de una espantosa mediocridad con lo futbolístico sucumbiendo a la tentación televisiva de toda la semana, pero en la cancha solo veíamos a los clubes exhibiendo más sus debilidades que sus potencialidades, y sobre todo, con la total ausencia de eso que hace llamarse clásico a un clásico: rivalidad.

Al principio los directores técnicos parecían especular, los goles de América abrieron el juego y las Chivas se lanzaron con todo al frente. Cuando el balón se entretiene lo menos posible en el medio campo se puede casi asegurar que estamos ante un ritmo de juego dinámico y vertical, sí, el 3-3 final fue consecuencia de ello.

La verdad es que chivas demostró más recursos futbolísticos, tienen mucha llegada por ambos costados, Palencia y el “Bofo” Bautista sirven de enlace en el centro y en punta dejan a Bravo, que aunque no todas las mete, mantiene un despliegue físico importante. En cambio la estrategia lapuentista de América ya esta muy trillada. Aguantar atrás y esperar el contragolpe, anotar un gol por casualidad y echarse todos a defender, encontrarse con un tiro de media distancia de Pavel o una genialidad de Cuauhtémoc. Ese planteamiento de partido ya todo mundo se lo sabe, y sin embargo, en términos de funcionalidad le sigue dando resultados, más ahora que las águilas sacaron del closet un arma nueva: la velocidad a campo abierto del “piojo” López.

Por otro lado, a veces no se entiende porque la dupla Carrillo – Lapuente que conocen muy bien al mejor de los suyos lo condenan a la poca transcendencia por la banda derecha. En efecto, en el Veracruz Cuauhtémoc Blanco se desplazaba libremente por toda la cancha y ahora con este América permanece casi encadenado al lado derecho, que aunque si bien es cierto que cuando tiene el balón en los pies el peligro es latente, podría dar mejores resultados si apareciera clavado como diez proyectando al frente a Kleber y al “piojo”. En el segundo tiempo a Blanco solo le recuerdo un centro que le puso a Villa, pero este, con la cabeza llena de piedras literalmente hablando, la mando por arriba estando a medio metro de la portería. Minutos después de ese error, chivas encontró al mejor Paco Palencia que se conoce, ese cuya mayor virtud no es la definir a gol sino la forma en se desmarca para hacerlo.

Lo único que no estuvo a tono con el juego fue la transmisión. Exceso mediático comercial a más no poder y en cuanto a la narración, a excepción de los apuntes de Nacho Trelles lo demás fue un desastre, limitado verbalmente como es, al “perro” Bermúdez no le queda otro recurso que gritar estupideces y poner apodos idiotas.

Con toda la imparcialidad posible me parece que Guadalajara mereció ganar, no les marcaron un penalti a favor del tamaño del Azteca, tuvieron muchas más opciones de gol que si no fuera por las intervenciones atinadas del joven portero Ochoa el balón hubiera terminado al fondo de la red, pero en el fútbol el hubiera tampoco existe. También creo que las aficiones de los dos equipos están satisfechas con el desempeño de los jugadores sobre el césped, ambos conjuntos demostraron entrega y sed de triunfo, virtudes que dejan un grato sabor de boca a cualquiera que sea aficionado a ese singular deporte llamado fútbol. Con el empate todos salieron ganando, pero claro, las directivas mucho más.

Wednesday, March 09, 2005

Tiro Libre

Sobre pasto inglés

Gregorio Jácome Moreno

El fútbol que se practica a media semana en Europa pertenece a otra dimensión del juego. Como anuncian los publicistas, la Champion´s League es la mejor liga del mundo, a ella acuden los mejores clubes de Europa, los que terminan siempre en los primeros lugares de sus respectivas ligas y nadie más. Sí, el nivel de la Champion´s esta muy por encima de la Copa Libertadores e inclusive del Mundial de Fútbol en donde las selecciones juegan a no perder mientras que en la Champion´s los clubes salen siempre a ganar.

Cuantos y cuantos partidos memorables se han jugado en esa liga, tengo perfectamente archivados en la memoria más de cien en, digamos, los últimos diez años, naturalmente la realidad rebasa por mucho esa cifra. Uno de ellos, quedara registrado para siempre en las retinas. Se celebró ayer en la siempre bien podada cancha de Stamford Bridge protagonizado por dos equipos de época: Chelsea vs Barcelona.

Los primeros veinte minutos del juego fueron de vértigo ofensivo para el equipo de dirige Mourinho, una y otra vez arremetieron contra la portería del Barcelona cuyo saldo final fueron tres goles que aparentaban una cómoda ventaja. La defensa catalana estaba desencajada, sin unidad, corriendo por instinto pero sin orden, ante tal cuadro, Lampard, Cole, Duff y Gudjohsen se dieron vida batiendo una y otra vez al guardameta Valdés debajo de cuya portería se presagiaba una goleada.

Pero a los equipo grandes como Barcelona nunca hay que darlos por perdidos. Rijkaard comenzó a dar voces desde el banquillo. Iniesta y Deco despertaban con trazos la velocidad de Eto, y aunque la defensa más o menos se recuperó, en la delantera Ronaldinho pasaba hasta ese momento inédito. El mérito de Barcelona consistió haber nulificado a la media cancha del Chelsea, es decir, a su línea pensante. El club catalán equilibro con un penalty y un milagro de Ronaldhino. Lo único malo es que la Champion´s no te permite jugar a medias tintas, debes de jugar bien de principio a fin porque quien solo lo hace por lapsus esta condenado a no avanzar a la siguiente ronda.

Ronaldhino, el de la sonrisa eterna, hizo un gol de embrujo. Desafiando la relatividad del tiempo pasó el balón entre tres defensas y dejó parado, incrédulo, al portero Cech. Fue un gol que pareciera extraído de alguna cascarita en cualquier playa de Río de Janeiro y con una samba como música de fondo. Lo lógico era que Ronaldhino hubiese tocado el balón a la banda para abrir a los defensas, o buscado una pared, pero a los genios siempre se les ocurre lo anormal e improbable. Ese gol revivió a los casi 3,000 fanáticos azulgranas que se encontraban en el Stamford Bridge.

Con ese tanto Barcelona estaba en la siguiente fase. Lástima que no pudieron manejar el resultado, la concentración debía ser absoluta en las jugadas a balón parado pues se corría el riesgo, como finalmente ocurrió, de que Chelsea les hiciera un gol por esa vía. El defensa y capitán Terry remató un tiro de esquina enviado al corazón del área, cruzó al portero y ahí terminaron las aspiraciones del club catalán quienes tendrán que conformarse con ganar la liga española. En el fútbol a veces no es lo mismo jugar con mucha cabeza que con la cabeza, esa diferencia, como en el juego de ayer, puede llegar a resolver resultados.