Levine

Monday, December 13, 2004

El materialismo histérico*

El materialismo histérico

Gregorio Jácome Moreno

Hay lectores que rechazan sistremáticamente todo aquello que tenga que ver con la innovación en el uso del lenguaje, desdeñan las nuevas formas de creación literaria que algunos criticos han denominado post – narrativa. Con cierto espirítu nostálgico defienden a muerte la vigencia de los grandes clásicos. Importante e influyente como es la literatura clásica, me parece que siempre hay que dejar un espacio abierto para recibir a ciertos textos que proponen una innovación en el domino del lenguaje, que por lo demás siempre esta sujeto a variaciones y cambios radicales a lo largo del tiempo.

En este contexto, representa una dificultad para los clásicos definir en tal o cual corriente la obra del escritor mexicano Xavier Velasco, quien después de haber obtenido el premio Alfaguara 2003 con la novela “Diablo Guardián” promueve el libro “Materialismo histérico”. Conforman este nuevo texto una serie de crónicas, relatos y anédotas escritos en un principio para el programa de radio “Lógica pretzel que se transmitía hasta hace dos años en “Imagen 90.5”.

Es evidente que el título del libro parárafrasea al nombre de la filosofía marxista. El lenguaje de Velasco es irreverente, blasfemo, de ritmo ágil. Quien lee el “Materialismo histérico” esta frente a una composición diferente que no varía mucho a la utilizada en “Diablo Guardián”, la novela que cambio para siempre la vida del escritor y que narra la historia de Violeta, una joven capitalina que le roba dinero a sus padres y escapa a malgastarlo en los Estados Unidos y cuando se le termina no encuentra otra forma de vivir más que prostituyéndose. Tales aventuras son confesadas a Pig, su diablo guardián.

Los personajes de Xavier Velasco en “Materialismo histérico” son de los más extraño, nada convencionales, como el merólico que vende cosas inútiles o los fanáticos que llegan hacer hasta lo imposible por agradar a su ídolos tránsitan en las aventuras narradas por Velasco. El merólico es el protagonista de “Confieso que he vendido” , se dedica a difundir el método cósmico – gnóstico -filosófico, mejor conocido como la “Maja Barata” y que promete cambiar tu vida en solo cinco semanas. Es este singular personaje una rara combinación entre profeta, filosofo y vendedor de tiangüis.

El también autor de ”Luna llena en las rocas (Crónicas de astronautas y licántropos)” permanece alejado de los grupúsculos literarios e intelectuales, esa actitud se le reconoce y lo mantiene como un escritor tan cerca de la literatura y tan lejos de los literatos, por lo que se advierte que “Materialismo histérico” tendrá una buena aceptación aunque sin la publicidad que representa haber obtenido el Premio Alfaguara como ocurrió con “Diablo Guardián”.

Artículo publicado en "Crónica de Xalapa", Martes 7 de diciembre de 2004

Sunday, December 05, 2004

Gobernar desde la complejidad*

Gregorio Jácome Moreno

¿Qué paradójicamente están siendo rebasadas las circunstancias políticas por la pluralidad y la complejida democrática que nuestras mismas descisiones crearon tras largos periodos de difíciles reformas y consensos?. Las respuestas de orden y coordinación que se demandan tanto al gobierno como a los sectores organizados de la sociedad ante este nuevo contexto de reglas son urgentes, para no segurinos perdiendo en el precipicio de la balcanización del poder y que la inacción no termine por traducirse en una “democracia defectiva”, esto es, un sistema en donde la población comienza a dejar de comprometerse y cooperar con los espacios formales de la política.

Todo comienzo de sexenio, como el que a partir de mañana inicia en Veracruz, representa la construcción de un nuevo esquema de poder, inédito en el Estado, que naturalmente conlleva riesgos y a la vez sentido de resposabilidad histórica para que se generen los acuerdos estratégicos que originen estabilidad política, y como consecuencia, permitan consensos en la implementación de políticas públicas adecuadas.

Esto implica que también sepamos distinguir entre las acciones a corto, mediano y largo plazo a efecto de redimensionarel radio de cobertura y dar también un orden de atención más manejable a todas aquellas demandas que reclaman solución pronta. Requerimos entonces pasar de la presión de la competencia – que busca siempre la pequeña ganancia coyuntural – hacia el imperativo de coincidencias que privilegien el compromiso con base en líneas programáticas y metas temporales acompañadas de campañas permanentes de difusión mediática.

Un primer desafío por dotarnos de un esquema de gobernabilidad está asociado con poseer un auténtico gobierno de gabinete, en donde, a pesar de la extracción plural de sus integrantes, se muestren condiciones de mayor rendimiento dentro de cada dependencia, sosteniendo la lógica que implica el mantenimiento de un gobierno que aproveche adecuadamente sus facultades jurídicas y que, al mismo tiempo contribuyan al acomodo y la función que deben compartir con otras dependencias así como con las instancias legislativa y judicial para hablar de auténtico equlibrio y complementación funcional entre las instituciones de la administración pública.

Ya que menciono al poder legislativo, este será un factor importante dentro del esquema de gobernabilidad del siguiente sexenio, o por lo menos los primeros tres años. Como nunca antes no existe mayoría relativa en la composición del Congreso del Estado, el Presidente actual y el secretario de la LX legislatura pertenecen a un partido político diferente al del gobernador electo, que el día de mañana asumirá funciones. Sí, el poder legislativo debe dirigirse hacia una política de coaliciones, alianzas visbles y estables. Esto es un elemento importante para la definición de acuerdo en materias centrales como la del presupuesto y la hacienda pública. Para lograrlo también se requiere la amdurez del Ejecutivo para evitar un contexto de colisión que se traduzca en vetos y confrontaciones.

Los retos de la gobernabilidad en Veracruz obligan entonces a una valorización profunda de lo que pretendemos como sistema político y como Estado. Los tiempos exigen a los gobernantes a responder y ubicarse sin demora en el marco de la complejidad surgida de los resultados electorales recientes.

*Artículo publicado en Crónica de Xalapa, Martes 30 de Noviembre