Levine

Monday, October 08, 2007

Los vuelos del águila


Gregorio Jácome Moreno

Escribo el presente texto la tarde del 7 de octubre de 2007, me entero por las noticias el cese del técnico del América Luis Fernando Tena luego de perder 3 – 1 contra el Toluca en la Bombonera, en sustitución llega a Coapa Daniel Brailowsky, un icono del americanismo que buscará regresar al odiado y querido América a los lugares de privilegio en el futbol.

Con lugares de privilegio no quiero decir lugares de honor en la tabla, más bien esta idea nos remite a esperar que el América retome su condición de equipo grande, de protagonista y de invencible, de ofensivas que era difícil de descifrar y de defensivas a las cuales era un logro marcarles gol.

Para ello Brailowsky deberá luchar contra la tradición, las Águilas son un club que históricamente han dependido de sus figuras, la mayoría del extranjero. Una de las cosas más fáciles y a la vez más difíciles para un técnico es hacer que su equipo trabaje en colectividad y asimile al máximo los conceptos del futbol asociación. Ese es el gran reto para Brailowsky también llamado “el ruso”.

En un gran reto, lo digo, sobretodo tratándose de un producto de ese exagerado individualismo americanista de la era moderna. En la primera mitad de la década de los 80´s había que tirar el balón a una banda para que el “ruso” escapara a velocidad en jugadas que normalmente terminaban en gol o en centro para gol.

Ese fue el América que enamoro a millones de niños que veían como su equipo alzaba una Copa tras otra, también fue el equipo al que muchos odiaron por los favores arbitrales de que eran objeto, las trucuñuelas de la Juventus no son nada en comparación con los favores al América gestionados desde Chapultepec 18.

Más sea de ello lo que fuere, lo cierto es que ese América era un equipo equilibrado, desde la portería donde Héctor Miguel Zelada regalaba grandes lances a la tribuna, en la defensa el carácter del “capitán furia” lo convertía en el líder del equipo, en la central Tena compartía posición con Manzo, el 2 de Trejo y el 5 de Vinicio por las bandas. En medio campo, Luna, Cristóbal el eterno, Lalo Bacas y Javier Agurire, y arriba como ya he dicho, Brailowsky y a veces Outes y otras Echaniz, de la banca recuerdo a un tal Fanny Munguía que salía a resolver los partidos en apuros.

El romance del “ruso” Brailowsky con ese incondicional americanismo termino en septiembre de 1985, en el cenit de su carrera, salió huyendo del país como si fuera exiliado por los demonios de la tierra. Me parece que se fue al Medio Oriente a encontrarse con sus raíces judías. Tomo cursos de entrenador y llegó hace unos años a México y desde que puso un pie en el aeropuerto se frotaba las manos en espera de la oportunidad que hoy le fue concedida: entrenar al club de sus amores, ponerse de nuevo la 23 ahora en calidad de técnico.

Uno de los hijos pródigos vuelve al nido. El futbol en México ha cambiado desde hace 25 años a la fecha, Brailowsky sabe bien que se ha vuelto más competitivo, algunos equipos chicos ahora son los grandes, los árbitros ya no favorecen al América y lo más importante: los millones de aficionados águila exigen resultados jornada tras jornada. Con mayor razón cuando juegan en su casa, en el estadio Azteca, esperan que las águilas sean un equipo apabullante.

Caso aparte es la directiva Americanista, mantienen una política de fichaje que en la praxis se ha vuelto obsoleta, tantos años repitiendo los mismos errores es contradictorio con la misión y visión de la empresa. El último de los extranjeros que brilló en América fue acaso Antonio Carlos Santos, a partir de ahí, solo destellos cuando bien les va, cuando no son los clásicos bultos que vienen, cobran y se van, sin dejar huella ni mucho menos identidad en el club.

Hay otro fantasma que también recorre los jardines de Coapa, los mexicanos que en provincia son una sensación al llegar al llegar al vestidor águila se opacan y bajan su rendimiento a niveles ridículos, podemos citar múltiples ejemplos, se me ocurre el caso de Matias Vouso, campeón de goleo con Santos llegó al América y paso sin pena ni gloria en club donde para brillar hay que sentir al máximo los colores amarillos.

En contraparte, son los canteranos los que han levantado la cara, pero es claro que en este equipo donde es grande la extrajerodependencia no pueden hacerlo todo. Más cuando ya fue el último de sus ídolos Cuauhtemoc Blanca que despacha ahora con el Chicago Fire de la MLS. Brailoswsky deberá voltear a las fuerzas básicas y rescatar a lo mejor, también deberá solicitar lo mejor de sus equipos filiales Necaxa y San Luis.

Prejuicios aparte, no solo la afición del América espera un equipo competitivo, es difícil no ver al futbol con pasión y desatenderse de las convicciones que te han acompañado toda la vida. Pero hay que reconocer que al futbol mexicano le hace muy bien que el América vuelva a hacer el equipo futbolísticamente poderoso, con un futbol agresivo y bonito, como con Benhacker, y no al equipo conformista de hoy que lo mismo da que gane o que pierda.

Hay que seguir de cerca el vuelo del águila ahora con Brailoswky dirigiendo desde el área técnica, es todo un albur, quizá veamos a un América espectacular como él lo era como jugador o tal vez seguiremos viendo al mismo equipo ratonero de ahora. Al final son los jugadores los que deciden el futbol.