Ayuno
Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno
Después del huracán viene la calma. Luego de la tormenta orgiástica de futbol que fue el Mundial hemos permanecido en ayuno futbolístico, en espera de que se vuelvan a llenar los estadios en donde cobran vida los sueños y se diluyen los anhelos más preciados de los adictos al balompié. Pues ya casi amanece. En el horizonte se vislumbra la luz de la primera jornada y de los campeonatos que más nos apasionan.
¿Qué tenemos por ahora?. Los equipos grandes se refuerzan gastando millones de euros en jugadores de elite. Como cada temporada, ya no es extraño los fichajes a destajo de la organización merengue que al parecer no ha entendido que la dinámica de un buen funcionamiento en la cancha no se logra plagando el equipo de pop stars. Su apuesta es declaradamente económica: inundar el mercado con playeras y bufandas. Van Nistelrooy que viene de Manchester y Cannavaro de Turín son las nuevas joyas de la Corona Real que intentarán, por fin, ganar algo esta temporada.
Se han escrito litros de tinta sobre el tema "corrupción" en el Calcio. La Vieja Dama de los Alpes resultó también tramposa y un poco prostituta. Me parece que con el cuadro de ostenta la Juve no tenía ninguna necesidad de que le hicieran favores, ahora está refundida en la Serie B con algunos puntos de desventaja y todos sus estrellas se han largado. Bueno no todos. Se quedó el checo Pavel Neved para encabezar el agónico ascenso. Lazio, Fiore y Milán están en el club de la mafia, sólo que para los dos primeros la condena no pasó a mayores y el Milán que siempre se las arregla para todo va a jugar la Champion´s. Semejante bochorno contrasta feamente con el título de Campeón del Mundo recién conquistado por Italia.
Un incidente que nunca pasará de moda por los siglos de los siglos es el cabezazo de Zidane al pecho de Materazzi en la final de Alemania. No fue un cabezazo vulgar, estamos de acuerdo, hasta para eso, el mago nunca perdió la clase. Paradójicamente el golpe se lo asestó al jugador más antideportivo del futbol a quien en su país lo conocen como "el carnicero". Muchas veces hemos visto a Zidane sufrir de esa locura agresiva que nos recuerda a Baudelaire el maldito, esta vez no podía dejar pasar el día de su despedida sin obsequiarnos esas dos piezas de magistral teatralidad: el beso suave del penalti y el cabezazo seco y sin piedad al plexo del italiano.
En cuanto al futbol mexicano se refiere, lo único bueno que podemos sacar del fracaso cuatrianual de nuestra selección, es el éxodo de jugadores a Europa. Solo era cuestión de decisión. Dejar atrás nuestra mediocre liga e irse a probar suerte a los equipos de las ligas europeas, cuyo nivel de competencia es muy, pero muy, superior al nuestro. Algo bueno saldrá de eso, ello sin perder de vista a Giovanni y Vela, campeones con la Sub 17 que ya se encontraban en el viejo continente y esta temporada parece ser la de su debut e iniciación.
Habrá quien se come de ansias por preguntarme mi opinión al respecto. En efecto, los pumas arrancamos esta temporada en el último de la porcentual. Lejos de pretender ganar los puntos suficientes para quedarse en primera, me gustaría ver una actitud más cercana a la esencia de lucha que caracterizó al equipo de la UNAM durante mucho tiempo y que en el último año ha extraviado. No se si ello se consiga con el regreso a casa del "Tuca". Lo cierto es que seguiremos apoyando y entonando las odas en CU. ¡Ay de aquél que le de la espalda al club de sus amores!.
Y pues ya estamos acá de nuevo, listos para seguir contando la historia de una pequeña parte de la realidad, que no por ello menos importante, que se llama futbol. Ello con el mismo ánimo de Espectador que tenía Ortega y Gasset, desde nuestro privilegiado palco y con la emoción e incertidumbre del niño que prepara su mochila para el primer día de clases.
