Levine

Thursday, December 22, 2005

Filofascistas

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

En el Calcio están sucediendo cosas interesantes. No precisamente dentro de la cancha donde la "Vieja Dama" turinesa le lleva una cómoda ventaja de diez puntos al Inter y Fiorentina. La "Vieja Dama", avara como siempre, se encamina a paso firme a la consecución del escudetto.

Sin embargo, lo que esta llamando más la atención en el futbol italiano es lo que sucede en las gradas. Como bien saben los lectores de esta columna en Italia es donde más arraigo tienen las identidades políticas con las filiaciones de los clubes, las tendencias racistas y la eterna lucha entre tifosos del norte y sur.

Y es que pareciera que estamos en la antesala de una guerra interétnica. Así lo anuncian las bandas de migrantes que salieron a quemar coches en Francia y Alemania. Los conflictos de este tipo se han atenuado en países improbables y remotos como Australia. El futbol no se ha escapado de ello. A últimas fechas en el Calcio se han registrado actos tendientes a hacer resurgir ideologías como el fascismo o el nazismo que se creían las teníamos enterradas en el siglo XX.

Hace unas semanas Zoro, defensa del Messina, en plena jugada tomó el balón y se lo dio al árbitro para pedirle que suspendiera el partido que diputaban contra el Inter, él y sus compañeros se habían hartado de los gritos racistas que unos pseudoaficonados del Inter gritaban en su contra.

Aparecieron las pancartas de "No al razzismo" y los llamados al orden que solo sirvieron para alentar más al fuego de las ideologías. Y vino esta semana el platillo perfecto: Lazio vs Livorno. Los laciales simbolizan los valores de la ultraderecha y el fascismo en un equipo de futbol mientras que el club livornés, como buen toscano, esta familiarizado de origen con el Partido Comunista Italiano y en su estadio se cuelgan banderas con el retrato del "Che" Guevara.

El espectáculo en la grada no se hizo esperar, antes ya se había suscitado el clásico apedreamiento a la policía. El resultado del juego fue lo de menos, ganó Livorno 2-1 en un estadio decorado con cruces gamadas y banderas rojas con la hoz y el martillo. Fue un choque de ideologías en desuso que los fanáticos encuentran en el futbol el pretexto idóneo para revivirlas.

La cereza en el pastel corrió a cargo de Paolo DiCanio, delantero de Lazio, fanático declarado de Mussolini y hombre sin complejos, al abandonar el juego por cambio volvió a hacer el saludo fascista al público lacial que lo despidió con una ovación esvásticas en alto.

Si bien es cierto que esas ideologías resultan hoy atemporales, el racismo, en cambio, es el que continua vigente y con más fuerza que nunca. Lo que esta sucediendo en el futbol italiano no es casualidad, ocurre en un contexto en el que las minorías étnicas europeas reclaman sus derechos de ciudadanía y se pronuncian en contra de las demostraciones racistas de que son objeto. ¿Habrá ahora quien me diga que el futbol no es un reflejo de la sociedad?.

1 Comments:

At January 3, 2006 at 9:33 AM, Blogger nacho said...

Interesante análisis sobre ese lastre de la humanidad: el racismo y su hija bastarda, la intolerancia.
Fuera de ello, un abrazo de fin de año y el deseo de que 2006 venga con risas, textos, salud y buen vino...
Un abrazo.
nacho mondaca (HB)
humphreybloggart.blogspot.com

 

Post a Comment

<< Home