Levine

Friday, November 25, 2005

Chelsea o la revolución lusa

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

Cuando todavía el futbol no era negocio y se jugaba por placer, fue fundado en 1905 en el barrio londinense de Fulham Road el Chelsea Football Club. Cincuenta años transcurrieron para que el equipo ganara su primera liga y otro largo medio siglo para conquistar su segundo título en la Premier.

El futbol ha cambiado en estos cien años a paso lento y en intervalos muy bien diferenciados. En cambio el Chelsea de ser un equipo pobre y del montón, de la noche a la mañana se ha transformado en una bella Princesa gracias al capricho de una exótica Ada madrina rusa con la complicidad de un portugués mal encarado y berrinchudo.

Román Abramovich, el magnate petrolero ruso adquirió al Chelsea como quien se desprende de unas cuantas monedas y explico luego el sentido de su compra: "Para mí el Chelsea no es una operación financiera, es un hobby". Habrá que ponerse a temblar cuando el originario de Siberia desee emprender un negocio en serio. Por lo pronto declaró que tiene el dinero suficiente para comprar a Juventus, Milán, Barcelona y Manchester.

Es además gobernador de una región lejana de Rusia, Chukota, que se encuentra a un brinco de Alaska. La fortuna de Abramovich es equivalente al gasto público de Congo y Costa de Marfil, lugares de nacimiento de sus jugadores Makelele y Drogba, y de otros cinco países africanos escogidos al azar.

Pero dejando de lado al empresario favorecido con las privatizaciones de Yeltsin y mirando solo el lado futbolistico, nos topamos de frente con otra excentricidad: Chelsea esta dirigido por José Mourinho, celebre por sus arrebatos y declaraciones racistas, por insultar a la prensa y por retar a golpes al cuarto arbitro.

Los logros como entrenador nadie se los discute, lo que hizo con el Oporto no tiene nombre: campeón de liga (2003), de Copa UEFA (2003) y de Champion´s League (2004) jugando contra los mejores de Europa, es decir, del mundo. Y en la liga inglesa ya hizo campeón al Chelsea en el ejercicio pasado.

Después vienen los jugadores, aquí hacemos un pequeño paréntesis para entender un poco el contexto. La liga Premier, la liga más antigua del mundo, cerró sus puertas durante mucho tiempo a los jugadores extranjeros, salvo los nativos de los países británicos, era a cuenta gotas los futbolistas que provenían de otras latitudes.

En un proceso muy similar al de la economía de la Unión Europea, Inglaterra abrió su mercado futbolístico e importo jugadores y entrenadores de todas partes. Ahí esta el Liverpool como claro ejemplo. Ello ocasiono toda una revolución puesto que se saborea en los estadios un futbol mucho más alegre que el antiguo basado en fuerza y centros al área. Sobre todo en Stamford Bridge, la casa de los "blues".

El Chelsea, un equipo forjado a base de cheques, esta jugando un futbol muy cercano a lo perfecto, le metió tres a Newcastle en la jornada 13, en una brillante exhibición de contundencia. Con jugadores de la talla de Duff, Makelele, Terry, Cole, Drogba, Crespo o Gudjohsen, Chelsea se encamina al bicampeonato mirando por debajo del hombro al Manchester y ni que decir de su más acérrimo rival, el también londinense Arsenal que al lado del millonario Chelsea parece un indigente de parque público.

Sirvan estas líneas como eje de reflexión de este singular fenómeno en el futbol que es el Chelsea, sirvan también para anticipar lo que viene. El luso Mourhino, el ideólogo de esta revolución, ya esta pensando en las finales de la Champion´s. Nosotros también imaginemos lo que serán esas noches de gala en donde se me antojaría disfrutar del banquete Chelsea vs Barcelona, al día de hoy los dos mejores equipos del mundo. Acuérdense, se bien lo que les digo, el Barsa tiene una cuenta pendiente y Chelsea una vez que ya ganó la liga tiene el ojo bien puesto en la "Orejona".

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