Afición e ideología

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

Hubo un tiempo, remoto ya, en que los equipos de futbol proyectaban cierta identidad con la cual amplios sectores de la población se sentían afines, ello, en la medida en que establecían vínculos ideológicos con los aficionados y su rol dentro de la sociedad.

Lo anterior se aprecia con más claridad en algunos clubes que en otros. En España, el Real Madrid es por asociación el equipo de la realeza, la iglesia católica y del franquismo, en cambio, el Barcelona es portador de los valores de la República y de la autonomía de las provincias. En Cataluña los aficionados se sienten más identificados con el Barsa que con la selección española.

En Italia, el Juventus era considerado de derecha, el Milán comunista, Inter conservador, el Lazio de ultraderecha (al termino de un juego Lazio - Roma, Di Canio, delantero de Lazio, hizo el saludo facista a los seguidores, brazo en alto ojos desencajados) y los equipos toscanos, como el Livorno, de izquierda.

En nuestro balompié el América se identificaba con la elite empresarial y las Chivas con el nacionalismo postrevolucinario. Atlante y Cruz Azul con las clases populares y Pumas, Monterrey, Tigres y Tecos con la academia universitaria. Y están los demás, aquellos equipos cuyo radio de influencia no rebasa los feudos regionales: Veracruz, Santos, Chiapas, Dorados, Necaxa, Toluca, San Luis y Morelia.

Me dirán que el asunto no es así de sencillo y tienen razón. Cada equipo tiene de todo. Por ejemplo, el presidente del Milán Silvio Berlusconi, no tiene nada de comunista, es el dueño del monopolio televisivo italiano, con importantes empresas inmobiliarias y de vestido y en sus ratos libres funge como Primer Ministro de Italia.

En México, los integrantes de la porra más grande del América La Monumental no provienen del sector empresarial ni de las clases acomodadas, del mismo modo, la porra más ruidosa de los Pumas La Rebel no esta compuesta precisamente por estudiantes unamitas.

En la mayoría de los casos las afinidades se transmiten de generación en generación, en ocasiones corresponden a rachas triunfadoras de los equipos en algún tiempo determinado. Muchos que nacieron en la década de los 50´s y fueron niños en los 60´s vieron a las Chivas ganar un campeonato tras otro y se hicieron seguidores del Rebaño. Otros en los 70´s vieron triunfar al Cruz Azul de la gran época de la misma forma en que el América tiene a muchos aficionados que fueron niños durante los 80´s.

Si no tanto como antes los clubes por supuesto están cargados de ideología y esta es la de cada aficionado que tiene su muy particular historia del porque es seguidor de ese equipo y no de otro. Esta se reafirma jornada tras jornada. Mal hace aquel que claudique a los colores de su equipo. A diferencia de los defensores de la globalización y la postmodernidad considero que las ideologías no han muerto y mucho menos en el futbol.