Levine

Tuesday, June 07, 2005

Asombros

Tiro Libre

Gregorio Jácome Moreno

Como si la tierra se hubiese detenido y comenzado a girar en forma inversa, últimamente han ocurrido en el mundo del fútbol una serie de acontecimientos que contradicen toda lógica aristotélica, y es que eso es lo bonito de este juego que congrega a las multitudes: su constante capacidad de renovación y asombro. Empezando por el triunfo de Liverpool en la Champion´s, contra todo pronóstico antes del juego y ya en el juego al ir a bajo 3 a 0 ante un viejo jerarca del balompié como lo es Milán. ¿Cuántas revelaciones se nos dieron en ese partido?. Quien sea que haya visto lo que ocurrió esa noche en Estambul, aficionado o no, debió haber salido a la calle a luchar a toda costa por conseguir un imposible. Por esos días apunto estuve de padecer el síndrome de mi tocayo Samsa. Gracias a la determinación de los hombres de escarlata, de pronto me vino una extraña revelación que me devolvió el alma al cuerpo y con la fuerza de un resucitado nos encontramos aquí, bien puestos para darle rienda suelta a la imaginación.

Perdón que insista, pero el juego de Liverpool – Milán no es cosa menor, ni tiene porque olvidársenos pronto. Bien me decía Salinas Basave, que seguirá recordando el juego dentro de 30 años. Y como nuestros antepasados que se reunían alrededor del fuego a relatar historias, yo me imagino una tarde en Anfield contándole a mi nieto que me tocó ver jugar al Liverpool del gran Gerrard, y que aquí la gente no se rinde, y que pase lo que pase, never walk alone.

Pues bien, continuando con los hechos desconcertantes de nuestro presente inmediato, lo que casi nunca ocurre, por lo menos en los últimos quince años en México: el América quedo en tercer lugar del torneo pero salió campeón. Las águilas jugaron muy bien la liguilla, con un esquema táctico de pizarrón, no hubo en los estrategas rivales la capacidad de derribarlo, ni hubo los defensas hallaron la formula de parar a los delanteros, ni de nulificar a esa híbrida combinación de imbécil y talentoso que es Cuauhtemoc Blanco quien se ha dado el lujo de despreciar a nuestra selección nacional.

En la Copa Libertadores también encontramos acontecimientos dignos de la revista “Insólito”. Un portero brasileño de nombre Rogeiro le mete dos goles de tiro libre a Tigres en Sao Paulo y casi elimina de la competencia al equipo de Nuevo León. El guaraní Chillabert metía de vez en cuando uno, y eso de penalti, pero este Rogeiro salió con mejor chanfle que Rivaldo. Los Tigres tendrán que hacer un juego perfecto en el Volcán y meter los cinco goles que los separan de la siguiente fase.

Y para finalizar con estas extrañezas. La noticia de la semana pasada no fue la designación de un prelado de la iglesia vestido de civil en Gobernación, sino el triunfo de Chivas 4 – 0 a Boca Juniorn´s. Están de acuerdo en que no todos los días le hacen cuatro al equipo boquense, menos en Libertadores, y menos las Chivas. A como están dándose las cosas, no nos extrañe que Boca le haga 5 a Guadalajara en la Bombonera, pero ojalá y no. Chivas es un equipo de longeva tradición en el que juegan 11 mexicanos. Lo que ha hecho en Libertadores es muy bueno y lo mejor de todo es que su presidente Vergara no ha tenido que ver en nada.

El fútbol al igual que la tela de Penelopé de la mitología griega, se hace y deshace cada día, con sus virtudes y sus vicios, al igual que la vida. Espero y siga así, sin dejar de asombrarnos en cada juego, en cada instante en que la tierra se detiene para contemplar una buena jugada.