Levine

Wednesday, May 25, 2005

Gloria Roja

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

El corazón de Europa ardió y no precisamente en Bruselas, sede de la Unión europea. El milagro ocurrió en la mística ciudad de Estambul que este día vistió sus mejores galas para presenciar un juego de épica. Sin duda el mejor partido del año y la más emotiva final de Chapion´s League que mi generación a presenciado.

Liverpool y Milán llegaron a la final de clubes por caminos distintos. Mientras Milán avanzaba a paso seguro sobre sus rivales, el equipo del puerto inglés llegaba a Estambul como un héroe disminuido después de haber sostenido batallas desgastantes contra Juventus y ante Chelsea. Con ese antecedente Milán saltaba a la cancha como amplio favorito, a eso había que añadir que la nómina que sostiene Silvio Berlusconi, presidente del Milán y de toda Italia, es muy superior a la del equipo rojo que dirige Rafa Benítez.

En el primer tiempo todo marchaba tal y como estaba en el libreto. Milán imponía su jerarquía y no se veía por donde Liverpool inquietara siquiera la portería de Dida. Gol al primer minuto del capitán Maldini. El brasileño Kaká destrozando con trazos de cuarenta metros el esquema defensivo de Liverpool. Remate de Crespo y otra vez Crespo en feroz contraataqué sellaban la ventaja de 3-0 con que Milán término la primera parte del juego.

Quien conoce a los equipos italianos sabe que igualarles una ventaja de dos goles es casi tan difícil como lograr un ascenso al Everest, ahora imagínense tres. Algo debió haber ocurrido en el vestidor rojo que los jugadores de Liverpool salieron al segundo tiempo a conquistar la gloria. En menos de siete minutos los goles de Liverpool fueron cayendo uno a uno ante la incrédula mirada de Ancelloti, el técnico milanés, y ante miles de aficionados en todo el mundo que veíamos como el milagro se consumaba.

El club de Liverpool simboliza la metáfora futbolística de la realidad europea: jugadores de diversas nacionalidades con un objetivo común. Todos se entregaron dentro de la cancha, superaron sus carencias futbolísticas con espíritu competitivo. Sin embargo, hubo a mi juicio dos jugadores determinantes que influyeron sobremanera en el juego contagiando positivamente el ánimo del conjunto, me refiero al mediocampista español Xavi Alonso y al capitán Gerrard. Autores del primer y tercer gol de Liverpool. Uno de contundente cabezazo cruzado, el otro de remate a tiro de penalti parado por el portero.

Para hacer más emotivo el juego la definición tendría que ocurrir desde los once pasos, y así sucedió. El portero polaco de Liverpool Dudek, llegó a la tanda de penales luego de haber hecho la mejor parada de su vida en el segundo tiempo de compensación a remate y contraremate de Serghino. Se le vio con mucho más confianza, y cuando llegó el turno del Shevchenko, mejor jugador del mundo según la FIFA, el portero se tiró a su costado izquierdo para atajar el balón de la victoria. El Liverpool es un equipo que nunca camina solo, never walk alone, dice la letra de su himno. La magia de Anfield se traslado a Estambul, en donde se confirmó que si los milagros existen, estos solo se dan en el fútbol y hoy hemos sido testigos de uno que le ha dado la Copa de los campeones al equipo rojo de Liverpool.