Levine

Thursday, April 21, 2005

Una realidad aparte

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

Me queda claro, entre tanta turbulencia el fútbol cumple su función social de escapismo que nos permite, aunque solo sean 90 efímeros minutos, evadirnos del caos dinámico de la cotidianidad que nos ha preparado este cuarto mes del año: luto, cónclave y nombramiento papal, desafuero, huelgas de hambre, narcotráfico, sucesión presidencial y un largo etcétera. Bombardeo informativo a sangre fría, el “homo videns” sartoriano en su máxima expresión. Regidos por el principio de incertidumbre, que mejor pócima que un partido de fútbol bien jugado para salirnos un ratito por la tangente. Después de ver el 1 –1 con que Veracruz y América terminaron esta noche en el “Pirata Fuente” lo afirmo con contundencia, y parafraseando a Castaneda, el fútbol constituye una “realidad aparte”.

Si Freud o Fromm estuvieran entre nosotros seguramente ya se hubieran puesto a indagar que ocurre en la mente o en el corazón del hombre que es capaz de seguir apoyando a un equipo que no ha ganado la liga en más de medio siglo. Algo de estoicismo hay en ese tipo de comportamiento que hace que los seguidores del Veracruz llenen el estadio y entonen loas en su nombre. La temporada pasada una pequeña chispa de esperanza se encendió, Cuauhtémoc Blanco comandaba al equipo rojo y terminaron en primer lugar de la general e invictos como locales. Desgraciadamente un berrinche de la directiva impidió que los jugadores se presentasen en el último partido contra Jaguares y perdieron por default. También perdieron el ritmo de juego y se fueron rápido de la liguilla al sucumbir contra el a la postre bicampeón Pumas. Para el clausura los tiburones vendieron a Cuauhtémoc, error garrafal que la afición jarocha resintió, pero en fin, que se le puede pedir al expresidente del club y empresario taurino Rafael Herrerías a quien le costaba demasiado trabajo entender la lógica de la regla 11 del fuera de lugar. Otro que dejó el puerto es Kleber, jugador bipolar, no pasó gran cosa con él vestido de tiburón en donde solo metió dos goles y permaneció más tiempo en el banquillo que sobre el césped, ahora en el América juega como poseído y es líder de goleo.


Cuando sobresalen los porteros con grandes atajadas se puede hablar de un buen partido con emociones en cada aproximación. Como ya se ha vuelto costumbre, el joven portero de las águilas fue la figura del partido. Por otra parte, salvo el descuido a los 23 segundos de haber iniciado el juego que propició el gol de América se puede decir que en términos generales Veracruz jugó muy bien, lo único malo es que cree que la temporada empieza en la fecha catorce, imposible pretender hacer algo a estas alturas.

Los tiburones rojos tienen un buen portero, una defensa regular, una muy buena línea en medio, y una solitaria delantera integrada por un solo hombre. Si el América sale con cinco defensas, mínimo hay que mandarle dos o tres en punta. Veracruz no tiene nada de llegada por las bandas, en tanto, depende de su argentinizada media cancha para hacer daño: “chaco” y el “loro” Jiménez por derecha e izquierda, Lucas Ayala en la contención, y Romagnolli, que por fin le vimos una buena actuación, creando por el centro. Arriba Bizcayzacú esta muy solo, parece un Robinson Crusoe en su isla que necesita de un Viernes para inquietar a los defensas.

Vucetich es un técnico ganador, puede que muchos no coincidamos en su estrategia más sin embargo saca el resultado. Si mantiene Veracruz a su línea media y contrata a uno o dos delanteros buenos, puede que la próxima temporada lo veamos como protagonista. Mientras hay que agradecerles y también a los once del América (válgame yo diciendo esto) que nos hayan brindado un buen partido y sacado por unos minutos de esta realidad que tanto nos abruma, que tanto nos pesa.




Nota al calce: Congruente con su vocación fascista el viejo conocido Benito Mussolini le pegaba a la pelota con la derecha, durante su mandato fundó un equipo en la capital italiana llamado Lazio en cuyo partido del fin de semana antepasado vimos ondear una bandera con la esvástica, símbolo del nazismo. No muy lejos del olímpico de Roma, esta semana se eligió al sumo pontífice católico en unas elecciones a puerta cerrada, es decir, no muy democráticas que digamos y cuyo triunfador fue otro Benito o Benedictus que es lo mismo, por lo que veo en su currículum este nuevo sujeto también le pega al balón con la derecha. Que nos queda. Reaccionarios del mundo: Muchas Felicidades.