Levine

Wednesday, April 27, 2005

Bicampeón

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

Cuando los resultados no son los que esperabas, cuando el funcionamiento del equipo se nota gastado, cuando los rivales ya saben a que juegas, y cuando te encuentras en el antepenúltimo lugar de la tabla general a solo unos puntos del último lugar, lo más sencillo y cómodo es señalar como culpables a gente ajena al club, sin antes haberse sometido a un acto de autoreflexión. A los Pumas esta temporada no les fue del todo bien, los bicampeones ya no pudieron defender más la Corona en este clausura y cedieron ante sus propios demonios amparados en la temporalidad del fútbol.

La afición Puma debe estar consciente de que el equipo no va a ser campeón todas las temporadas. Contrario a la mística Puma Hugo Sánchez tuvo el acierto de retener jugadores y mantener una base que a mediano plazo le dio los títulos, pero que ahora ya no da más. Llegaron algunos y salieron otros, pero esta leve rotación no significó gran variación en el funcionamiento de las líneas como ocurre en otros equipos que al cambiar un engrane se echa a perder toda la máquina. Así conquistaron los dos torneos del 2004, a base de mucho orden y con el sello principal de la casa que es la entrega, si se unen ambos factores, el resultado de la ecuación es letal para cualquier equipo.

Otra cosa importante, en los dos torneos referidos hubo una especie de halo mágico que no permitió que los arrebatos extrafutbolísticos del entrenador se entrometiera con lo estrictamente deportivo. Sabemos que los ademanes que Hugo Sánchez hace en el área técnica son suficientes para dramatizar una obra callejera en la explanada de rectoría, lo único bueno es que los jugadores quedaron al margen de semejantes expresiones. Lo mismo ocurre con sus declaraciones extravagantes, que bien servirían como eje temático en alguna investigación psicológica que desde la perspectiva de la personalidad indagase al yo. Pero lo que no se puede objetar es que Hugo le ha devuelto el espíritu a los universitarios que pasaron más de una década en desolada sequía. Lo mismo sucedió con toda la afición puma a lo largo de la república: el alma les volvió al cuerpo. Hugo oficia desde la banca, habría que estar en C.U. para ver como la hinchada azul y oro le rinde una suerte de culto pagano, al grado de celebrarle todos y cada uno de los berrinches de niño malo. Por eso a no pocos les pesó que Hugo fuera considerado el mejor entrenador mexicano del 2004.

Los tiempos cambian y los pumas comenzaron el 2005 con el pie izquierdo, fue una mala temporada y sería poco productivo que cayeran en el victimismo de los mediocres. Si bien es cierto que hubo errores arbitrales que perjudicaron a los pumas, también hubo muchas ocasiones que con la puerta abierta los delanteros erraron en la definición. Además, de los males el menor, si nuestro sistema de competencia fuera semejante al de España, en estos momentos estarían a un paso de la Primera A. No queda más que ver hacía adelante. Con la causa perdida el equipo del pedregal hará debutar a jóvenes que se vienen formando en la cantera. Algunos jugadores titulares ya se están haciendo viejos y deben salir para dar paso a nuevas generaciones.

Finalmente, no todo es decepción para el equipo de la UNAM. Equipo grande como es, tiene la mira más allá del torneo local y se ha instalado en la final del torneo COCACAF en donde enfrentara al Saprisa de Vergara. De ganar tendría su boleto asegurado en el mundial de clubes a celebrarse en Japón. Por el bien del fútbol mexicano esperemos que los de sangre azul y piel dorada estén enfrentado a los mejores del mundo y escuchemos retumbar los “goyas” en aquellos modernos estadios orientales.