Levine

Wednesday, May 11, 2005

Hierro

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

Un buen parámetro para tomar conciencia de que estamos envejeciendo es cuando las figuras del fútbol, esos que vimos jugar en su apogeo, ya se están retirando. El tiempo no transcurre gratis, a un veterano de 35 años le cuesta trabajo seguir el recorte de un muchacho 15 años menor y tiene que suplir con ubicación su falta de movilidad. La mayoría de ellos suelen seguir en el fútbol como entrenadores, regularmente son los que no cuentan con un título universitario y no les queda de otra que mantenerse en el medio. Algunos otros se vuelven directivos y sirven de empleados a los dueños de los equipos. También hay quienes erróneamente creen que por haber vestido una camiseta profesional y sudado sobre la cancha les da licencia para volverse comentarista o analista del fútbol. Pero además se ven casos penosos, como aquel que a falta de estudios y de no saber hacer otra que patear un balón, no le queda otra opción que revelar su vida intima y hacer el ridículo en un lamentable programa de televisión.

Dudo mucho que Luis Hernández sepa quien es Orson Wells y la verdad me da lastima enterarme que actúa en el papel de asesor espiritual dentro de la casa del Gran Hermano. Pero Tiro Libre no esta para detenerse en la seguramente interesante vida privada que ya es pública del “matador”, sino más bien hoy voy hablar de palabras mayores. Me refiero al retiro anunciado del legendario defensa central español Fernando Hierro.

Hierro es de esos jugadores a quienes se les asocia con toda un época que duró catorce temporadas vistiendo la camisa número 4 del Real Madrid. Imponía su voluntad en la defensa, posición privilegiada de mando desde donde se observa el desenvolvimiento del conjunto. Con el balón en los botines hacía las veces de estratega dentro de la cancha y siempre fue temido cuando subía a rematar los córners y disparaba los tiros libres. Es la clase de jugador que todo técnico desea tener en su equipo. Hierro es de esos raros ejemplares que siendo defensas tienen desarrollado el instinto de gol. Bien lo dijo Santiago Segurola en “El País”, Hierro “Ha sido un defensa central con alma de delantero. Ansiaba el gol, pero terminó por aplicar toda su sabiduría al arte de la defensa”.

Hay que recordarle a quien le reste méritos que Hierro edificó un palmarés único: 5 Ligas, 3 Champion´s, 2 Copas Intercontinentales y muchas otras Copas de menor valía, por si fuera poco jugó 89 juegos vistiendo la camisa de la selección española, con la cual es el mejor goleador de todos los tiempos con 29 goles solamente superado por Raúl. Tales cifras no sirvieron para tentar el corazón de Valdano y Florentino Pérez quienes prácticamente echaron al capitán Fernando Hierro del Real cuando todavía le quedaba aire. Es que “los defensas no venden ni una escoba” decía Valdano, quien por cierto ya descubrió que su verdadera vocación es la de escritor y periodista y no la de asesor deportivo. Por su jerarquía, Hierro mereció una mejor salida, así sin más partió del equipo merengue con la resignación del transterrado. Al igual que Josep Guardiola, otro jugador de leyenda, encontró acomodo en el fútbol de Qatar con el Al Rayyan y de allí pasó al Bolton Wanderers inglés, equipo con el que jugará su último partido.

Dice que su futuro es incierto, que le gustaría trabajar con fuerzas básicas. Mientras no es exagerado decir que el originario de Málaga Fernando Ruiz Hierro, fue uno de los mejores jugadores del mundo. No se puede dejar de sentir cierta nostalgia cuando alguien de este estatus se retira de la cancha. Hierro queda registrado como ese jugador de toque privilegiado que derrocho espíritu competitivo por las canchas europeas. Me viene a la mente la imagen de Hierro colgando para siempre sus botines en el vestidor, pero además, se esta quitando de la camisa el brazalete que lo distinguió como líder indiscutible dentro del campo, como legendario capitán.