Levine

Tuesday, May 31, 2005

Vuelo de Águila

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

América hizo lo suficiente para ser el campeón del torneo de clausura en este 2005. Fue el equipo que supo manejar los tiempos de la liguilla. Capitalizó al máximo los errores de los defensas rivales y aprovecho muy bien las oportunidades que genero al frente para marcar los tantos que finalmente le dieron al equipo amarillo su décimo campeonato de la historia. Me da gusto por su afición que salió el domingo por la noche a tomar las calles de las ciudades más importantes de la república. Fieles seguidores de las águilas, han sabido estar con el equipo en las temporadas de fracaso, que han sido las más, así como en las de triunfo. La lealtad a los colores de su equipo es lo que se les reconoce.

Dentro de toda esta parafernalia americanista, hay que dejar un breve espacio para la razón y la honestidad. El América no fue el mejor equipo del torneo, quedó en tercer lugar de la tabla superado por dos más. Si el fútbol mexicano fuera regido por la lógica de las mejores ligas del mundo, entonces el campeón hubiera sido Morelia, que fue quién mejor jugó y mostró mayor regularidad a lo largo de las dieciocho fechas. Cruz Azul realizó una temporada muy aceptable al principio, incluso permaneció la mayoría del torneo como líder general, pero al final cayó al abismo en estrépita caída.

Diga lo que se diga, la liguilla es una creación mercenaria. Un mal necesario que sirve como catarsis social para alimentar en el aficionado la esperanza de que su equipo, aun calificando en octavo lugar, pueda levantar el trofeo de campeón. En esa fase del torneo las entradas a los estadios cuestan el doble y ni imaginar la cantidad de dinero que ganan las televisoras por la transmisión colmada de anuncios que entorpecen la adecuada visibilidad del partido. En lo futbolístico la liguilla permite que a lo largo del torneo regular se vean partidos de una tremenda mediocridad, aburridos, sin emoción. Permite además que equipos que salían a la cancha a buscar solo el empate, puedan ganar el título, como el América, rey de los empates. En síntesis, gracias a la liguilla jugadores como Cuauhtémoc Blanco pueden obtener su primer título. El campeón del fútbol mexicano no es el que gana más puntos, sino el que mejor juega la fase de liguilla, y el América es el que mejor la jugó. No es de extrañarse, en lo estratégico el equipo de Coapa esta muy bien dirigido desde la tribuna por Manuel Lapuente, amplio conocedor, y desde la banca por Mario Carrillo que acaba de obtener su primer título.

El americanismo volvió a escena en esta liguilla. Su portero tuvo muy buenas atajadas, como las que hacía Zelada. Los delanteros hicieron goles de muy buena manufactura, y para completar el cuadro no podían faltar los errores arbitrales a favor de las águilas como el penalti inexistente que sancionó Rodríguez en contra de Tecos, que por fortuna no influyó en el resultado final.

El clausura finalizó pero aún queda mucho fútbol por delante. México jugará pronto eliminatoria mundialista. En este mes de junio se jugará en Alemania la Copa Confederaciones a donde acuden las mejores selecciones de las distintas zonas geográficas de la FIFA, así como dos o tres selecciones invitadas. Esta en su apogeo la Copa Libertadores en la cual Chivas y Tigres se mantienen con vida y con posibilidades de destacar entre los mejores de América. Como se puede ver la vida no se acaba aquí, hay mucho fútbol para rato.