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Thursday, February 09, 2006

Pelé: magia y fútbol

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

El balón y sus infinitas posibilidades eran una extensión más de su cuerpo. Mente y balón se comunicaban mediante un mecanismo invisible. Edson Arantes do Nascimiento no pateaba la pelota solo porque sí, sino que establecía un diálogo cuyo resultado era una jugada mágica que siempre terminaba, acariciando las redes, más allá de la línea de gol.

Desde que nació se supo un predestinado, lo había besado la diosa del viento y traía un balón bajo el brazo. Su apodo fue Pelé, desde que comenzó a jugar en las barriadas de Tres Corazones, su localidad natal, dio muestras de técnica y calidad, de estética y ética futbolística. Un jugador con tamañas cualidades nunca se había visto en el mundo, nunca en el Brasil de Ademir.

Pelé nunca jugaba para el equipo, su equipo jugaba para él. Con el balón en sus pies era garantía de que algo importante sucedería. Se presentía peligro que en más de mil doscientas veces terminó en gol y otros cientos más en pases para gol. Otras veces, ante la impotencia los adversarios derribaban a patadas a esa máquina humana de talento, fuerza y picardía.

Se puede repasar la vida de Pelé en dos aristas. En su rol de figura estelar de la selección brasileña y la otra como jugador del Santos, su club vitalicio. Con la "verdeamerella" levantó tres veces la Copa Mundial, la primera de ellas en el Mundial de Suecia en 1958. En la final Pelé hizo una de las jugadas de mayor inspiración que se han visto, de espaldas a la portería, dejo parado al defensa con un sombrerito que lo dejo en el área donde dribló a dos más para luego disparar a gol. El marcador final fue 5-2. El joven Pelé tenía a Garrincha como aliado en la banda derecha.

Cuatro años más tarde en Chile 62, Brasil volvió a coronarse, esta vez sin Pelé que tuvo que abandonar el Mundial a causa de una lesión. Brasil apareció en el Mundial de México 70 con una de las selecciones más poderosas de la historia, atacaban con la alegría de la samba o con la contundencia de un solo de batería. Al lado de Pelé venían, entre otros, Carlos Alberto, Rivelino, Tostao y Jiarzinho. Seres superdotados que indudablemente levantaron la Copa Jules Rimet luego de golear a Italia 4-1 en el Azteca.

Con Santos Pelé debutó en 1956. Tenía 16 años y cuando se fue en 1974 había logrado ganar doce veces la liga paulista y dos veces la Copa Libertadores. Nunca salió a jugar a ningún equipo europeo, se decía que Pelé era la "perla negra" de las dictaduras militares brasileñas.

Dieciocho años duró su estancia en el equipo de Río, al finalizar su carrera decidió jugar unos años más en la liga de Estados Unidos con el Cosmos de Nueva York. Se creía que importando jugadores de la talla de Pelé se podía popularizar el soccer en el país del norte.

Pelé es ahora un icono publicitario, aparece en comerciales de cualquier producto y se pasea por el mundo defendiendo causas humanitarias. Se le ha cuestionado que siempre ha mantenido una postura dócil y sumisa ante la poderosa FIFA, es el lado bueno de la federación y quizá por eso lo convocan cada cuatro años para sacar de las bolitas los nombres de las selecciones en los sorteos. Otras veces se le ve a O´Rei dominando el balón vestido de traje sastre, como dije al principio, Pelé y balón, Pelé y futbol, es una y la misma cosa.

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