Ellas en el futbol

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

El comentarista Angel Fernández se refería al futbol como "el juego del hombre", durante su narración exaltaba a menudo la hombría con que se disputaban las jugadas y no admitía cualquier asomo de fragilidad en la lucha por los balones divididos. Y tal vez así era en el tiempo en que Angel hablaba detrás del micrófono, el futbol era un deporte practicado solo por el género masculino y no apto para "niñas rudas" como decía el escritor Oscar Wilde amante del rugby y de otros hombres.

A fuerza de goles y patadas, las mujeres han venido progresivamente reclamando un lugar en el mundo del futbol a tal grado de que el balompié femenil es una realidad que se ha ido gestando en nuestro país, digamos, durante los últimos quince años. El futbol y la delicadeza femenina no son palabras que se excluyan, incluso, luce de maravilla el balón reposando en el empeine sutil de una bella dama.

No podemos ignorar que cual espuma, se multiplican las ligas amateurs que incluyen a las feminas dentro de sus categorías o los torneos interunivesitarios de donde salen las futuras promesas cuya mayor aspiración es vestir la "blusa" de la Selección y ser dirigidas por Leonardo Cuellar.

Pese a estos esfuerzos sigue siendo poca la convocatoria que tienen las muchachas para atraer a las masas a los estadios. En fechas recientes México se eliminó dentro del área de CONCACAF para el Mundial Sub 20 en un desolado estadio "Pirata Fuente" del puerto de Veracruz.

A menudo escuchamos quejas, no sin razón, de la falta de apoyo institucional al futbol femenil. La participación de la mujer dentro del futbol profesional en México se limita a formar parte del cuerpo arbitral, arbitras y abanderadas, cumplen sus obligaciones como jueces. Dentro de la cancha no se ha podido alcanzar el profesionalismo que se quisiera, en el futbol actual donde todo es negocio, la falta de patrocinadores es el factor principal.

Por eso lo mejor de nuestras jugadoras han tenido que emigrar al futbol ibérico. Maribel Domínguez y Patricia Pérez hacen ganar al Barcelona cada fin de semana, mientras que María de Jesús Castillo hace lo propio con el Puebla de la liga femenil española. Algunas otras juegan en Estados Unidos, pero al resto de las jugadoras no les queda otro camino que concluir sus estudios profesionales para no terminar como amas de casa.

El juego del hombre lo es tan bien de la mujer, por que no, si hablamos de democracia y respeto a los derechos de la mujer, habrá que ser consecuentes y defender el derecho que tienen ellas a practicar este bello deporte. Lo destacable es que ya se esta hablando cada vez más del tema. Sin parecer feminista, hay que reconocer que han sido las propias mujeres quienes con su esfuerzo han ingresado al mundo del futbol, quizá porque creen que ellas también son capaces de hacer milagros con el balón, y tienen razón.