Levine

Monday, August 29, 2005

Guardametas

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

Encerrado en el área, el guardameta mira los partidos en soledad. Sus intervenciones son mínimas, fugaces, duran apenas unos instantes, unos segundos que sin embargo, son cruciales. El resto del juego contempla los avances de su equipo y mira paciente los de los rivales esperando a que el balón llegue a reposar a sus manos.

Sobra decir que la identidad del portero es diferente a la de los hombres de campo. No sólo por su atuendo sino por sus cualidades. Mientras por regla el jugador de cancha tiene que desarrollar más virtudes en las piernas, el portero lo debe hacer en las manos y trabajar mucho en la ubicación y en los reflejos.

Los guardametas de mediados de siglo XX usaban el suéter con cuello de tortuga de los existencialistas, es cierto aunque el juego les permite reflexionar durante lapsos importantes, cuando el balón está en los pies de un delantero contrario que regatea y dispara dentro del área, el portero ya no piensa y se lanza a evitar el gol movido por el instinto.

Si se observa, los entrenamientos de los porteros son diferentes a los de los demás jugadores. Se les ve atrapando balones de un lado a otro literalmente a ras de pasto, descolgando centros, parando tiros desde fuera del área o tratando de adivinar la dirección de un penalti.

Sería ocioso e interminable enumerar las cualidades de los grandes porteros de la historia. De hecho la memoria colectiva de cada país cuenta con el nombre de un cancerbero al que se le recuerda con nostalgia por sus grandes lances, es más, casi cada equipo lo tiene. Una buena noticia para el futbol mexicano es que en estos últimos años han surgido de las canteras, guardametas de excelsa calidad. Jóvenes que de la promesa pasaron a la realidad y son mencionados como figuras del juego que disputa su equipo cada fin de semana.

Casos concretos: José de Jesús Corona, de Tecos, Guillermo Ochoa, de América y Moisés Muñoz de Monarcas. En poco tiempo han demostrado que son porteros confiables y lo meritorio es que gracias a sus atajadas han resuelto marcadores. Es sin duda una generación que no hay que desaprovechar, obvio es que un alto porcentaje de la defensa de un equipo está basada en el portero. No estaría mal que se busque la internacionalización de uno o dos de estos jóvenes guardametas, el fogueo en otra liga más competitiva les daría habilidades y experiencia sobretodo.

Actualmente el portero titular de la selección es Oswaldo Sánchez, los otros dos lugares para ir a Alemania en el 2006 los estarán disputando jornada tras jornada los tres porteros jóvenes a los que hice mención, cualquiera de ellos tiene aptitudes suficientes para defender con acierto la portería de México.