!No juego más!

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

Rafael Márquez declaró que si Samuel Eto´o se iba de la cancha todo el equipo de Barcelona se iría al vestidor. Era el minuto 75 en la Romareda, Zaragoza y Barsa empataban sin goles, Eto´o se disponía a cobrar un tiro de esquina, de pronto, el camerunés se desentendió de la jugada y comenzó a caminar hacia fuera del campo haciendo ademanes mientras decía: "¡No juego más! ¡No juego más!".

Eto´o no quería jugar más pues se había fastidiado de los gritos racistas que emanaban de la tribuna, onomatopeyas simiescas se escuchaban cada vez que el ariete blaugrana tomaba la pelota. Ronaldhino, Rijkaard y el árbitro Esquinas Torres detuvieron la huida del africano.

El racismo alcanzó su punto cumbre en la Alemania nazi que sin más exterminó a hombres que sin querer habían nacido de raza judía. En consecuencia la "Declaración Universal de los Derechos del Hombre" surgida de la ONU en 1948 dice en su artículo primero que: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros".

Son palabras bonitas que en realidad constituyen una gran mentira, los hombres no nacen ni libres ni iguales, sino diferentes unos de otros. Marx sabía que cada quien pertenece a una clase social distinta, y los evolucionistas del XIX hablaban de razas inferiores y superiores. El asunto se resuelve mediante la tolerancia a lo otro y en hacer más iguales a los que nacen desiguales.

Lo que no se concibe es que el racismo aflore en las gradas de los estadios, en los templos destinados al deporte. Eto´o ya había sido objeto de insultos en Getafe y hace un año en la misma Romareda de Zaragoza cuando los aficionados (si se puede llamar así a los descerebrados) le arrojaron cacahuetes. Cuando en Bilbao
Eto´o escupió a un contrario en el rostro, el técnico del Atletic Javier Clemente creyó en tono irónico que "solo escupían los que descienden de los árboles".

Un hecho cierto es que los jugadores de color le han puesto ese toque de magia y belleza al futbol, ahí esta toda la legión de cracks brasileños de Pelé a Ronaldhino, y los jugadores africanos que están presentes en los mejores clubs de Europa incluido Eto´o en cuyo curriculum se lee que ha sido Balón de Oro africano en tres ocasiones.

Por lo visto este problema no se detendrá, en el Calcio italiano cada semana se tienen noticias de algún caso de esta naturaleza, lo mismo en la Premier, en la Bundes y en la selección holandesa donde en las concentraciones los jugadores blancos y de color se sientan en mesas diferentes. Sin ir más lejos, hace poco se escuchó que en Sinaloa también a Kleber se le intentó comparar con un simio.

El aficionado seguirá manifestando su racismo iracundo contra los jugadores de color, para erradicarlo no bastará con los llamados por el sonido local del estadio. El reglamento debe ofrecer una solución razonable, se supone. Por el momento no encuentro otra que las palabras de Ten Cate, asistente del Barsa, le dijo a Eto´o y que finalmente lo convencieron para volver al juego: "Sólo podemos luchar contra esto, ganando. Tenemos que ser más listos que ellos. Si lo que los jode es que les ganemos, hagámoslo".

Eto´o regreso a su puesto, del tiro de esquina se derivó un penalti que convirtió Ronaldhino, en la siguiente jugada Eto´o desbordó por la banda derecha y centró a la llegada de Larkson, gol y dos a cero. El Zaragoza y su público terminaron humillados y Eto´o salió de la Romareda como todo un señor.