Levine

Tuesday, April 11, 2006

Irregularidad

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

La única constante en el clausura 2006 es que ha sido un torneo irregular en donde en cada jornada sobresalen los partidos grises, opacos e insípidos. Cuando uno tiene el ojo educado en el futbol de Europa el saldo del comparativo se traduce en años luz. A estas alturas casi la mitad de los equipos han cambiado de director técnico sin que en general se perciba una mejoría en el futbol local.

Es obvio, por otra parte, como en todo año mundialista que la atención mediática este al tanto de lo que sucede con la Selección. No se ha dejado de hablar en los medios y en las sobremesas acerca de tema Cuauhtemoc Blanco y su no - inclusión en la lista de Schindler – Lavolpe. La razón oficial es que el americanista no encaja en el sistema lavolpiano.

Mientras el futbol bien gracias. El torneo mexicano, flojo de por sí, lo será ahora más que ya no están los seleccionados. Sucede que las mentes inteligentes de nuestro balompié han planeado un torneo en donde el buen futbol aparece en la última fecha cuando todos los partidos son a la misma hora, y en la liguilla, en donde a priori sabemos que rara vez gana el mejor, sino el más apto.

Los equipos juegan un partido bueno y dos malos, incluido Jaguares que perdió ante unos Pumas que ni aquí ni en Libertadores han estado a la altura de su jerarquía. En efecto, equipos que viven en la medianía pueden al final levantar el titulo de Campeón, como el Toluca en el Apertura, por citar solo el último ejemplo.

En otras tierras, llámese Sudamérica y Europa, más desarrolladas en lo futbolístico y con mayor tendencia a la lógica y al sentido común, el Campeón es el que hace más puntos a lo largo del torneo y eso quiere decir que muestra una regularidad en su funcionamiento cada semana.

Lo mismo sucede con el que desciende, como es natural este debe ser el último lugar. El más serio candidato al descenso es el San Luis, no entiendo mucho de matemáticas y tal vez algo se me escapa en la tabla de cocientes pero los tuneros, ni dorados, ni tiburones quedaron en último lugar la temporada pasada, el colero fue el atlas, auténtico merecedor de irse a Primera A.

Pero así funciona el sistema, un hecho que me rebasa, pero al final de cuentas resulta poco complejo como el famoso sistema de juego de Lavolpe, dogmático entrenador lector de Niklas Luhmann.
Parece que lo emocionante del torneo consiste en el morbo que genera semana tras semana la lucha por el descenso entre dos provincianos que se niegan a morir. Lo demás en mero acto de contemplación.

Que nos queda a los aficionados ahora que ya no están los seleccionados que de vez en cuando ponían un gramito de interés a nuestro torneo. Nada. Seguir viendo juegos de poco espectáculo, de nulo futbol, con las
miras y esperanzas bien puestas en Alemania.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home