Futbol: Valdano y las letras

Tiro Libre
Gregorio Jácome Moreno

Para no pocos esta ecuación es inverosímil, debido a una extraña interpretación del arte no conciben que el futbol pueda reproducirse en los géneros literarios: como es posible que sea llamada literatura lo que ocurre con veintidós hombres que transpiran mientras corren detrás de un balón en un rectángulo de pasto.

Intelectuales de gabinete que se privan de las riquezas de este deporte, incluida la literaria. Uno de estos retractores fue célebre por decir que el futbol era un deporte para bárbaros, por desconocer a Maradona y por elogiar el régimen maldito de Augusto Pinochet. Era argentino y se llama Jorge Luis Borges. ¿Que diablos se creía este viejo ciego y brillante escritor que refunfuñaba cada que le hablaban de futbol?.

Pues aquí es donde llega Jorge Valdano y les cierra la boca a estos apóstatas de la literatura en su relación con el futbol. Para Valdano el hecho de no haber estudiado una carrera formal no fue impedimento para que desarrollara una cultura extraordinaria para un jugador de futbol y con ello una visión holística de cada uno de los componentes del juego. Tales conceptos adquirían claridad en la prosa genial del ex delantero de la Selección de Argentina y del Real Madrid.

No fue un jugador perezoso, en las concentraciones lo suyo fue el ocio creativo, mientras los demás jugadores mataban el tiempo libre jugando ping pong o billar, Valdano se recluía en la intimidad de su habitación a leer libros, sabía que el tiempo activo de un jugador es efímero y tenía que estar listo para el futuro. También Valdano tenía claro que:

"Leer un libro no sirve para jugar mejor al futbol ni jugar un partido sirve para hacer mejor literatura. Dos juegos (futbol y literatura) que tienen diferentes modos de expresión y que resultan compatibles a fuerza de ser distintos".

Cuando al autor de "Sueños de futbol" y "Apuntes del balón" le preguntaron en que consistía el divorcio entre el futbol y el mundo de las letras, el también compilador de los "Cuentos de futbol" respondió:

"Es la desconfianza que siempre ha tenido la mente con respecto al cuerpo. Los intelectuales se desmarcaron del fútbol por considerarlo una expresión popular menor, por deducir que era, como la religión, "el opio del pueblo", por desconfianza hacia la masa y, finalmente, por snobismo. Por su parte, el mundo del fútbol presumía de hombría en el peor sentido, esto es desde la exhibición de la brutalidad".

Cabe mencionar que Valdano ha incursionado sin éxito en la dirección técnica y deportiva de algunos equipos. Lo suyo es el periodismo, ni las conferencias de motivación que brinda a las empresas se compara con su prosa que viste la elegancia de quien controla un balón con el pecho y remata a portería.

Hace unos días sufrió un accidente en helicóptero, increíblemente salió casi ileso. Ello nos da a pensar que todavía tenemos Valdano para rato, el futbol y las letras seguirán enriqueciéndose con el talento de este filosofo del futbol.