Levine

Friday, October 20, 2006

Gallos


Gregorio Jàcome Moreno
Tiro Libre

Al principio no se les auguraba otra cosa que el descenso. Estuvieron en Veracruz la primera jornada, se llevaron una goleada de 3 – 0 y miren que para que los Tiburones hagan 3 es que en realidad tienen enfrente a un equipo verdaderamente incompetente. Su crisis futbolística era un reflejo de su austeridad económica. Los Gallos habían venido en camión desde Queretaro, llegaron casi directamente al estadio y a falta de presupuesto para pagar un buen restaurante comieron tortas y refrescos en un Oxxo.

Cuando vieron esta piltralfa de equipo los demás involucrados en el descenso dieron por hecho que se salvarían y se durmieron en sus laureles (Pumas, Santos, Tigres dixit). Es otra la realidad después de la fecha trece. El Querétaro ya se olvido desde hace rato del tema del descenso y quien lo diría, aspira a la calificación. Estamos ante la típica historia de película hollywodense en que un equipo maleta comienza a base de corazón a ganar partidos y llega hasta la final. Para nada.

Lo cierto es que es un equipo sin figuras, sin seleccionados, sin extranjeros de renombre llegados de prominentes clubes de sudamérica, a decir verdad, el equipo se conformo con elementos desechos de otros clubes como Emilio Mora o Johan Rodríguez, o bien con veteranos cuya carrera la veíamos finiquitada como Almirón. Tampoco contrataron a un entrenador con palmarés amplio, aunque Chava Reyes es el hijo de una leyenda del futbol mexicano, no había logrado nada destacado como técnico salvó el haber ascendido a los Gallos. Por si todo esto fuera poco se trataba de jugar en Querétaro, una plaza maldita por los siglos de los siglos en donde los equipos que allí hacen sede están destinados al fracaso.

Los Gallos juegan bien, se les ve orden y ganas, han sacado puntos importantes, pero a decir verdad no son la gran cosa, y sin embargo han hecho más que otros. Lo que pasa que les sobra espirítu. Al no haber individualidades los once se tranforman en un solo cuerpo que se mimetiza en diferentes formas hasta hartar al rival. También hay que decir que estos equipos chicos y ganosos tienen algo en común: siempre les acompaña la suerte como si hubiera angeles en el área chica que hacen que los balones peguen al poste, que el delantero de un paso en falso y no remate cómodo a portería.

Como todo equipo chico que se esfuerza se convierte en favorito sentimental y punto de medida para evidenciar las carencias de los grandes. Por lo demás los Gallos es un equipo que cae bien, representan el origen del juego, cuando todos los dieron por muertos se dedicaron a salir a divertirse, a mover el balón por el simple gusto de que ruede. Y miren, ahí están los resultados. Ahora, hasta llenan la Corregidora y comen en restaurantes.

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